Esta novela narra las peripecias de tres jóvenes exploradores estadounidenses, Van, Terry y Jeff. Atraídos por las leyendas que les transmiten los salvajes sobre un país remoto y desconocido, habitado tan solo por mujeres, deciden investigar por sí mismos.
En sus divagaciones previas al descubrimiento sueñan con un festín sexual permanente, con multitud de mujeres, jóvenes y atractivas, deseosas de ser sometidas a la superioridad del ingenio masculino.
Sin embargo, cuando por fin alcanzan El país de las mujeres lo que encuentran es muy distinto de lo que habían imaginado. Lejos de desearles sexualmente, las mujeres del país recientemente descubierto son capaces de organizarse cooperativamente a fin de desplegar todas sus potencialidades, facultades y talentos. ¿Como los hombres…?
Charlotte Perkins Gilman (1860-1935) fue una de las activistas más notables de principios del siglo XX en la defensa de los derechos de la mujer.
Inspira profundamente. Ponte en la piel de Claudette Colvin, una adolescente negra de 15 años que vive en la Alabama de los años cincuenta. Desde siempre, blancos y negros deben estar separados, y el incumplimiento está castigado con pena de prisión o de muerte. Pero hoy vas a cambiar la historia.
En 1981, una jovencísima Rebecca Solnit se mudaba a su primer apartamento en un barrio marginal de San Francisco. En él pasaría los siguientes veinticinco años, librando feroces batallas para llevar a cabo la difícil tarea de construir su identidad y tomar la palabra en una sociedad que agrede y silencia a las mujeres. El libro más esperado de la gran pensadora feminista, autora de Los hombres me explican cosas: un memoir iluminador sobre su educación sentimental y social.
El hombre hembra, una de las obras más influyentes de la literatura feminista, fue escrita en 1970 y, lejos de perder vigencia, sigue siendo absolutamente pertinente en la actualidad. Con ella, la escritora Joanna Russ reivindicaba que la ciencia ficción ya estaba lista para proporcionar nuevos mitos literarios en un género dominado por hombres, y que podía ayudar a liberar a las mujeres.
Hoy, esta historia ambientada en un planeta para mujeres se lee como una novela de viajes entre distintas realidades protagonizada por cuatro versiones de una misma mujer, en distintos momentos y con un mismo denominador común: la desigualdad que sufren todas ellas, cada una en uno de esos cuatro mundos paralelos. La obra es, además, un poderoso ensayo que denuncia la discriminación y el ninguneo que sufre el género femenino.
Un estilo literario rompedor a caballo entre la poesía y la prosa que la autora define como "literatura fusión". Un texto escrito al margen de las convenciones literarias y las reglas habituales de puntuación que, sin embargo, sorprende por su fluidez y facilidad de lectura.
Una Gran Bretaña como nunca se ha contado.
De Newcastle a Cornualles, desde principio del siglo veinte hasta las adolescentes del veintiuno, en "Niña, mujer, otras" seguimos a un reparto de doce personajes en sus viajes personales por este país y sus últimos cien años de vida. Todas están enfrascadas en una búsqueda: un pasado compartido, un futuro inesperado, un lugar al que llamar hogar, un sitio donde encajar, una amante, una madre desaparecida, un padre perdido, e incluso, lisa y llanamente, un rayo de esperanza...
El sueño de una lengua común es uno de sus libros más emblemáticos, el poemario en el que su combate y sus ideas encontraron su punto más alto y más claro. En él habla del poder de las mujeres, de los amores entre ellas, hermosos y prohibidos, y retoma una de las metáforas más antiguas de la tradición literaria: la naturaleza y su semejanza con el cuerpo femenino. Pero sobre todo es un libro que cuestiona la opresión y el silencio de las mujeres, y que imagina lo que sólo los grandes poetas han soñado: la creación de una lengua común que permita comprendernos de forma verdadera, sin herirnos, sin violentarnos, donde la existencia no sea una batalla entre todos nosotros sino la afirmación de una nueva armonía, entre hombres y mujeres, entre el ser humano y la naturaleza, una lengua para soñar por fin juntos nuestra humanidad común.
Gabrielle cruza el país, de Nueva York a la California rural de su infancia, para cooperar en la reconstrucción no solo de una vida expuesta, sino de su propia biografía. La causa es el fuego: un incendio ha reducido a cenizas la casa de su madre.
Durante un año de ires y venires, de ansiedad y sentimientos de pánico, de perros, osos y gatos, coyunturas financieras y menudeos emocionales, Gabrielle revisará su relación con esa persona a la que le une la fragilidad primero y la fortaleza después.
Todo es inflamable son una madre y una hija desplegando el mapa de las circunstancias, localizando los afectos inadvertidos y otorgando sentido a su relación. La crónica pormenorizada de dos mujeres a la intemperie.
El fin del amor explora qué sucede cuando el matrimonio o la pareja monógama ya no son un objetivo vital, como lo fue para nuestros padres y abuelos. Desde el valor de la amistad hasta la cultura del consentimiento, pasando por la maternidad, la soltería, el poliamor, las parejas abiertas y el funcionamiento de las tecnologías del deseo como Tinder, Tenenbaum se zambulle en el universo de los afectos para celebrar el fin del amor romántico y proponer que, de sus cenizas, salga un amor mejor, que haga más libres a hombres y mujeres.
"Soy una feminista, negra, lesbiana, guerrera, poeta y madre de dos hijos que hago mi trabajo ¿Quiénes soy vosotras y cómo hacéis el vuestro?"
Así ella ha elegido lo que la define. Se pregunta y a la vez nos insta a nosotras a que hagamos esa búsqueda en nuestro interior. El camino elegido por Lorde es está biomitografia donde, con sus Agradecimientos: ¿A quíen le debo la mujer en que me he convertido? hasta el Epílogo: Cada mujer que he amado en mi vida ha dejado su huella en mí, va dejando caer sobre sus lectoras esa lluvia suave y fresca del aspersor que riega la noche en un verano, dejándonos caladas hasta lo más profundo con su voz.
Las mujeres que rodean su infancia en el Harlem llameantes como antorchas; el misterio de la mujer que fue su madre; la isla de Granada, tierra de sus antepasados; su padre silencioso e implacable; sus amigas sus amantes, los símbolos de su supervivencia...
Púrpura, blanco y verde. Tres colores representan a la National Women's Social and Political Union, una liga de mujeres extraordinarias que lucharon por conquistar derechos humanos que en el contexto rígido y clasista de la Inglaterra eduardiana brillaban por su ausencia. Sally Heathcote es una trabajadora doméstica al servicio de Emmeline Pankhurst, una de las fundadoras del movimiento. La proximidad de ese entorno comprometido y militante irá concienciando a la joven en la causa sufragista, que reclama el derecho al voto para las mujeres. La desobediencia civil, la estrategia política, el aprendizaje de la acción directa y la reivindicación a pie de calle van a dictar la trayectoria feminista de Sally, que no dudará en enfocar su vida como una carrera de obstáculos pero también de grandes logros para las generaciones futuras.