En Finestres estamos a favor, totalmente a favor, del interlocutor y del prescriptor. De la criba y la limitación (porque limitarse, como dijo Goethe, es un arte en sí mismo). Por eso creemos que, en un mundo atestado de novedades como es el literario, conviene separar el grano de la paja y el clásico en ciernes de la novela hype de turno. En nuestros Estrenos seleccionamos (a mano) lo excelente de entre lo nuevo de cada temporada libresca, y lo llevamos al estrado, con autor incluido, para que nuestro calendario de actos tenga solo lo que merece la pena leer y usted, lector, no sienta que ha desperdiciado una valiosa hora de su vida en la novedad equivocada. Porque la vida es demasiado corta para leer libros malos.
La literatura es la segunda mejor forma de estar vivo, pero en algunas presentaciones de libros uno parecía acercarse, paso a paso, al sepelio. Finestres llega a la ciudad para romper la dinámica establecida. Nuestros encuentros con autores huyen del formato encorsetado. Creemos en la charla íntima de café abierto toda la noche y en las confesiones de speakeasy; en la conspiración de grupúsculo de vanguardia y el conciliábulo iluminati. Ofrecemos encuentros de cercanía con autores predilectos, de ficción y ensayo, de aquí y de allá, vayan armados de nuevo libro o no. Porque la vida de un libro no termina cuando termina la promoción, y las mejores obras literarias deberían existir en estado de actualidad permanente.
Un comité de expertos se ha reunido, y esta vez mereció la pena. En Finestres no creemos que tres (en un estrado) sea multitud, especialmente para determinados temas u obras. Hay ocasiones en que hay que sacar al escenario la sección de cuerdas, los bailarines y los saltimbanquis. Nuestros debates son charlas y encuentros y estrenos en los que creímos que no bastaban dos personas, y por ello pedimos refuerzos. Llámenle mesa redonda, conferencia, asamblea o coloquio. Nosotros lo llamamos debate, y en ellos hablaremos de literatura y otros animales, en formato tumultuoso y con varios micrófonos en enriquecedora plática.
Ce-le-bra-tion ti-me, come on! Igual que a los Earth, Wind & Fire, al equipo de Finestres nos gustan los festejos, los encomios, los Días De Algo y los obituarios coruscantes. Celebramos a autores que ya no están entre nosotros y libros que jamás merecieron pasar al olvido, pero también proyectos que nos emocionan o editoriales que, desde nuestro punto de vista, lo hacen todo bien. Celebramos es una conmemoración de las cosas que lo valen, sean nacimientos, sepelios, bautizos o confirmaciones. Un homenaje que les damos y nos damos. Un día de elación y hurras, para los que ya no están y para los que recién llegan.
Saturday night is alright for fighting, como dice la canción, pero en Finestres preferimos que el sábado se dedique a menesteres menos onerosos. Como por ejemplo a vermutear (en horario Ángelus), mientras algunos de nuestros autores, editores y expertos de cabecera nos hablan de clásicos o rarezas, novedades o antigüedades, ficción y no-ficción. En nuestros celebrados Vermuts, la librería Finestres combina el evento literario con una actividad igualmente placentera, como es el degustar líquidos destilados a la luz del día. Vermut en el Bar Watson, con su simpar simbiosis de dos deportes de riesgo (literatura + alcohol), se presenta como el espacio de encuentro ideal para quienes no creen que un buen libro va invariablemente unido a tisanas de poleo menta y mantas de punto de cruz. Vermuts es el espacio más subcultural, popular y jaranero (dentro de un orden) de Finestres. El mejor meeting matinal para los libadores literarios.
Escritores, editores, profesores, periodistas y Gente Que Sabe Mucho De Un Tema, ilustrados de todas las disciplinas, charlarán y debatirán con el público sobre libros, géneros o temas ligados a la actualidad (siempre a través de libros que los ilustran). La disposición del público será el máximo de íntima y cálida posible alrededor del experto, para permitir el diálogo entre todos y huir del formato conferencia.
En Finestres nos gusta que nuestros actos sean íntimos, pero somos capaces de subir un par de grados para los que deseen más intimidad (sin que ello implique reservar una habitación de motel). En nuestros Piscolabis, el fan puede sentarse a la mesa, cara a cara con su autor predilecto, y pedirle que le pase la sal (dentro de un orden). Sí: los Piscolabis de Finestres son encuentros mano-a-mano limitados a 10-15 personas donde los lectores rompen el pan y engullen el vino en afable conversación con los mejores autores de la actualidad. Los caldos naturales y encurtidos-quesos de altura los sirve Monvínic. Las respuestas de calado las ponen los autores. Las preguntas e interpelaciones, vítores de júbilo o invitaciones directas a escribir más obras inmortales los pone usted, y solo usted.
Quién no ama un club, sea de apreciación, de jardinería, de taxidermia, de motocross o, especialmente en nuestro caso, de lectura. El Finestres Social Club (clubes de lectura) es más que un club. Una reunión periódica y jovial de un grupo de personas para charlar sobre un libro leído por todos, combinado con ideas nuevas a rabiar. Y una copa de vino para cerrar el círculo. Sesiones conducidas por profesionales expertos que pueden contar, además, con la presencia del autor del libro. Ofreceremos un abanico de temáticas muy variadas para llegar al máximo de públicos posible. Apúntate al Social, socio.
En una nueva huida de la presentación plúmbea y el he-venido-aquí-a-hablaros-de-mi-libro, ofrecemos Lecturas en Voz Alta de fragmentos largos de narrativa o poesía con autor/es y presentador. Buscamos fomentar una tradición casi inexistente en nuestro país, que es la de los autores leyendo (con gracejo) de sus propios libros. Como un audiobook, en directo. Novedades y fondo. Voces aterciopeladas o retumbantes. Un viaje literario a través de las mejores cuerdas vocales y los fragmentos más conmovedores.