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Marrero Aristy pasó de ser protegido a ser víctima del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, que primero le encargó la escritura oficial de la historia del país, en 1954, y cinco años más tarde lo responsabilizó de un artículo en el New York Times donde se revelaban las corrupciones de su familia. Poco después, el cuerpo de Marrero apareció carbonizado dentro de su coche. En Over se describe sin ornamentos la situación de injusticia y explotación laboral de los campesinos en las plantaciones de azúcar. Una denuncia poco adecuada, por lo tanto, para un supuesto hombre del régimen y donde la penuria social y penuria individual se mezclan en forma de trágico vaticinio.

*Título no disponible: ¡Editores, animaos!

Obra inconmensurable sobre el costumbrismo del horror y el genocidio. El Masacre, nombre de tristes augurios, es el río semiseco que separa Haití de República Dominicana. Y es el paisaje del asesinato, en 1937, de miles de haitianos por orden del dictador Trujillo. Una auténtica limpieza étnica con la excusa de que familias haitianas cruzaban la raya para hurtar ganado. Se debe decir que, además, la novela describe implícitamente el autoodio de un sátrapa como Trujillo, descendiente de haitianos por línea materna. El autor fue testigo de la masacre del Masacre como juez de la fronteriza localidad dominicana de Dajabón y no pudo publicar el libro hasta 1973, 12 años después de la muerte del dictador.

*Título no disponible: ¡Editores, animaos!

La historia de Lluís, Ramon y Miquel, tres exiliados catalanes en la República Dominicana de Trujillo está llena de dramatismos. De fondo, siempre presente, está el río Ozama, que corta como una herida existencial Ciudad Trujillo, la rebautizada Santa Domingo del largo periodo dictatorial. Los tres pugnan por sobrevivir en medio de la fuerte precariedad económica, vital y psicológica. El estilo de la obra es frío, hecho con tinta de hielo, lo que contrasta, sin desentonar, con las elevadas temperaturas y la humedad de un paraje donde todo se mustia, se seca y se desintegra.

*Título no disponible: ¡Editores, animaos!

También es la fiesta de la literatura y de la crónica, la de un Vargas Llosa en estado de gracia y sin necesidad de jet set ni paraísos fiscales para coronar las cimas de su mejor escritura. El Chivo es el dictador Trujillo, un depredador humano y de las ideas. También sexual. Un depredador cazado una noche cualquiera por otros depredadores hambrientos de justicia y venganza. Depredadores que también serán perseguidos y fulminados en una travesía de sangre que no se detiene y que marca la dirección de una sociedad sudada de violencia.

¿Novela? ¿Reportaje periodístico? ¡Qué importa! La pluma inclasificable de Vázquez Montalbán perfecciona el concepto del Nuevo Periodismo e introduce no pocos elementos de la futura Crónica latinoamericana. La obra reconstruye la vida y martirio de Jesús de Galíndez, del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en el exilio, secuestrado en 1956 por mercenarios de Trujillo en Nueva York y atormentado hasta la muerte en alguno de los cuarteles coloniales de Santa Domingo. La novela reflexiona sobre la impunidad del poder y conforma un calidoscopio de muchas voces y figuras con el clímax del mismo Trujillo en el papel de torturador.