1. El autor ha trabajado como estratega en Google durante más de diez años y luego, tras constatar el impacto negativo de la tecnología digital en los usuarios, es decir, en casi todos nosotros, decidió estudiar filosofía en Oxford. Su tesis doctoral la desarrolló sobre la filosofía y la ética de la tecnología.
2. Porque pone de relieve que el objetivo último de la industria tecnológica es tenernos bien distraidos y enganchados o como dice el autor "gestionar la atención de los usuarios".
3. Porque Williams se remite al economista Herbert Simon que en 1970 explicó que cuando la información abunda, la atención se resiente. ¿Y qué pasa cuándo la atención escasea? Que nos volvemos tontos y por lo tanto más vulnerables y fáciles de manipular, tanto como individuos como colectivos.
4. Porque la tecnología no pretende darnos herramientas para el autocontrol o fuerza de voluntad, tenemos que hacerlos solitos, sin apps y sin nada. Williams hace un símil con el mítico Tetris. Las industrias tecnológicas no nos ayudan a ordenar bien todos los ladrillos, si no más bien a apilar cuantos más mejor y sin orden alguno.
5. Por entender la magnituda de la tragedia gracias a citas como éstas, por daros un ejemplo: "Un estudio de Hewlett-Packard determinó que las distracciones restaban diez puntos a los cocientes intelectuales de los empleados cualificados, una disminución "dos veces mayor que la registrada en los consumidores de marihuana".