
Esta charla con la Librería Luces inaugura una nueva sección en la que conversamos con librerías amigas, para descubrir sus historias y tejer lazos con aquellas con quienes compartimos el mismo enfoque y amor hacia los libros y la cultura.
La Librería Luces lleva más de veinte años siendo un punto de encuentre para lectores en Málaga. Federico Lang, uno de sus libreros, nos invita a conocer la historia de este emblemático espacio, su conexión con el barrio, la diversidad de géneros literarios que alberga y también revela cuál es su rincón favorito dentro de la librería.
¿Con quién hablamos?
Federico.
¿Dónde está la librería?
En La Alameda Principal de Málaga.
¿Cómo es el barrio? ¿Y vuestros vecinos?
En su ubicación actual, la librería pertenece al Barrio del Soho. Un barrio cercano al puerto, que en los últimos años ha vivido una revitalización. Es un sitio de paso para muchos malagueños, no solo de la ciudad sino de la provincia, por lo que nuestra área de influencia es muy extensa.
¿Cuándo nació?
Hace 25 años.
¿Qué ha cambiado desde los inicios?
Hace seis años nos mudamos. Pasamos de la acera de la Alameda a la sur. Aunque la distribución es distinta, la forma de ordenar la librería se ha mantenido prácticamente igual. Ha habido cambios enormes que en el sector que han afectado nuestra forma de trabajar. La implementación de sistemas de comunicación ágiles, como SINLI han simplificado mucho el trabajo administrativo y de gestión, eso ha repercutido en el tamaño de la plantilla, que se ha reducido a la mitad. La rapidez en el servicio de los proveedores también nos ha afectado. La posibilidad de poder disponer de en torno a un 80% del catálogo nacional en 48 horas en nuestra tienda, hace innecesario tener un almacén como el que teníamos al comienzo.
¿Cómo se relaciona con el barrio? ¿Organizáis actividades, clubs de lectura, presentaciones?
Hacemos presentaciones, sí. Pero a veces resulta difícil competir en la cargada agenda cultural y de ocio de una ciudad como Málaga. Tenemos muchos clubes de lectura. Una veintena de grupos que se reúnen en la librería en distintos días del mes. Otros son externos y están vinculados a colegios, bibliotecas, centros culturales o incluso empresas. Es una de las labores de las que nos sentimos más orgullosos. Este año, nuestro compañero Rodri, ha sido invitado a dar un taller sobre clubes de lecturas en la Sharjah Booksellers Conference, en Emiratos Árabes Unidos. También tenemos cuentacuentos para los más pequeños todos los sábados.
¿Qué la hace diferente?
Somos una librería generalista, por lo que es difícil diferenciarnos por el catálogo. Y de resto, nos parecemos bastante a otras librerías independientes, en las que el factor humano es el elemento diferenciador. En ese sentido, las librerías independientes, aun sin proponérnoslo, somos instituciones que se resisten a la homogenización de las ciudades y los discursos.
¿Siente devoción por algún género en concreto?
Somos una librería muy literaria, con una cuidada selección de títulos de editoriales independientes, que suelen tener apuestas más arriesgadas. Pero, por otro lado no descuidamos el ensayo. La sección infantil y juvenil, por su volumen y la atención que le prestamos, podría ser perfectamente una librería independiente.
¿Qué es lo que más vienen a buscar las lectoras y lectores? ¿Y que se llevan finalmente o por sorpresa?
Tenemos un público muy variado, algunos son clientes fieles desde hace muchos años, otros, gente que entra aprovechando que pasa por la puerta. Por eso es difícil generalizar. Lo que sí hemos observado es una tendencia creciente de clientes que piden por canales ajenos a la librería, la web o WhatsApp, por ejemplo, pero no para envío a domicilio sino para recogida en tienda. Esto nos hace pensar que nuestros clientes quieren vernos o esperan encontrar algo más que simplemente un libro.
¿Una sección predilecta? ¿Un rincón favorito?
Me gusta mucho la planta alta. En especial uno de los extremos de una de las galerías, en donde de un lado tenemos las secciones de política, feminismo y filosofía, y del otro música y cine. Tiene un ventanal que da a la calle, por el que entra mucha luz natural y desde el que se ven los majestuosos ficus de la Alameda.
¡Recomendadnos tres libros!
Sin que constituya una declaración principios o intenciones (así sería imposible).
Umbrales. Un viaje por la cultura occidental a través de sus puertas, de Óscar Martínez; Por qué leer los clásicos, de Italo Calvino y La mala costumbre, de Alana S. Portero.
Para terminar, ¿qué librería del mundo os gustaría visitar?
Pues no he estado nunca en Finestres, a ver cuándo me invitáis. De resto, sería imposible e injusto elegir solo una. Como catálogo de librerías interesantes podría tomar el listado de las que participarán este año en el Global Book Crawl.