Vermut con Luis Reina, Lola Cordero y Kiko Amat
Finestres tiene el orgullo de presentarles, en primicia en la ciudad condal, la presentación de una de las obras más oscuras y brutales y crudas que se han publicado en España: Canijo, novela yonqui de culto que publicó en el 2013 el artista barcelonés Fernando Mansilla (1965-2019) y que recientemente ha arrancado del culto Barrett Editorial.
Mansilla, artista multidisciplinar que tocaba también teatro, poesía y música, se instaló en la ciudad de Sevilla en los años ochenta, en pleno boom de la heroína (hecho que relata la novela). Pero Canijo no es una memoria cultural del underground sevillano, sino una inolvidable (y trepidante) historia de clanes gitanos, supervivencia, violencia y droga. Tras la resaca del Mundial del 82, la heroína aterriza para quedarse de la mano de los Molina —una familia gitana que tiene que abandonar el barrio marginal de las Tres Mil Viviendas tras una guerra de clanes—, del terrible y violento Rafael el Gamba y de los otros camellos que trapichean por la zona del Pumarejo —o Espumarejo, como llaman sus habitantes—. El protagonista de Canijo comienza a flirtear con la heroína, una adicción que inevitablemente va a más, haciéndole sentir al lector el angustiante e insoportable mono, la lucha por conseguir los duros suficientes para una dosis y los estragos que la droga causó en buena parte de la generación que vivió aquella época.
Para hablar de Canijo y de Mansilla hemos invitado a la librería a ni más ni menos que a su amigo de infancia, Luis Reina, y a la viuda del autor, Lola Cordero. Conversando con ambos estará el escritor Kiko Amat, fan, admirador y paladín de Canijo desde el día que lo leyó.
“Canijo es vidas que se apagan, cantos de pajarillos al compás, una ciudad exprimesueños y el latido de una recortá apuntándote en el pescuezo”. Juarma.
“La mejor novela sobre submundo yonqui y bandas de traficantes gitanos que se ha escrito en este país. Concisa, dura, llena de trepidación y personajes enormes, vivísimos, y escrita desde la más estrecha cercanía, no solo geográfica sino también cultural y social. Si lo hubiese escrito un americano ya tendría película, serie de TV y cómic. Kiko Amat