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Esta auténtica Rebel Girl nos lleva desde su tumultuosa infancia hasta sus años de universidad y primeros conciertos.

Como ella misma explica, estar en una banda de chicas punk, en aquellos años noventa, no fue una elección ni sencilla ni segura: la violencia y el antagonismo masculino eran una amenaza constante, así que sobrevivir como una cantante mujer punk requería de una decidida determinación.

Pero las relaciones que entabló durante aquellos años la mantuvieron fuerte, incluyendo las de sus compañeras de banda: Tobi Vail, Kathi Wilcox, JD Samson y Johanna Fateman; al igual que su amistad con músicos como Kurt Cobain, Ian MacKaye, Kim Gordon o Joan Jett que le recordaron que, a pesar de las dificultades, el punk podía arroparla y fortalecerla.